Ya no duele.

Ya no duele.

¿Como iba esa canción?
Tropezar, huir y amar.
Los miedos siempre soplan las velas para avanzar.

El lugar de una simple cita se convirtió en festejo de aniversarios.
Una noche pasajera se convirtió en una bonita promesa de quedarse hasta que se asomara el sol.
Ya no hay parques ni conciertos vacíos, las penas echaron vuelo del corazón.
Ahora hay baile, música y colores donde el silencio me dio la razón.

Viajes hechos y planes cumplidos de lo que prometimos y nunca hicimos.
Hay vida, un perro, una casa dibujada en la pared del departamento y besos por la mañana sin miedo a que nadie quiera escapar.

Hoy la luna ya no se ríe de mí,
ni la lluvia llora por ti.

Hoy por fin te pude despedir.

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